¿Para qué sirve meditar?
Muchas personas se preguntan ¿para qué sirve meditar?; la realidad es que la meditación es un compromiso profundo, un espacio con uno mismo, donde cada uno es responsable y protagonista de cada paso, de las acciones, de los pensamientos, de lo que sentimos y de la forma como actuamos y respondemos ante el entorno.
La meditación se ha puesto muy de moda, y se ha convertido en la fuente de investigación para los científicos, lo que ha defino como “mindfulness”, desde el punto de vista que todos los aspectos son medibles.
La meditación busca un cambio de mentalidad y de actitud, ante los mensajes y acciones que se reciben constantemente del exterior, que buscar llenar la mente de interferencias y distracciones, a través de un mundo donde predomina la prisa, la competitividad, las exigencias, el materialismo y el consumismo.
La práctica de la meditación te ayuda a reducir el estrés, las angustias, las inflamaciones, el dolor crónico, te ayuda a calmar, despejar la mente y alcanzar el estado de relajación que necesitamos ante la vida tan agitada que llevamos.
Es una terapia que puedes realizar a diario, y establecerla como un hábito saludable, ya que debemos ser responsables ante todo lo que nos perjudica, y debemos adquirir mayor conciencia para saber lo que nos beneficia y darle fuerza y valor.
Con la ayuda de la meditación nosotros mismos desarrollamos las soluciones y evaluamos lo que nos favorece y lo que nos hace daño en pro del bienestar y la salud.
La meditación también nos enseña a aprender a desidentificarnos; adquirimos habilidades que nos permiten observar los pensamientos y su contenido, diferenciando al observador de lo observado (contenido), a fin de tomar distancia para romper el apego con el objeto. Es uno de los beneficios más profundos de la meditación, el desapego, la desidentificación y, en consecuencia, la gestión de las emociones y la apertura mental. En este punto no hay exigencias, ni obligaciones, ni una meta, cada cual tiene su ritmo y proceso, siendo los valores fundamentales de la meditación.
Esther R.
