Casi el 40% de los españoles son hipertensión están sin diagnosticar

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En España el 42,6% de la población adulta sufre de hipertensión arterial, pero el 37,4% se encuentra sin diagnosticar. Estos datos surgen del estudio Diabet.es, publicado en la Revista Española de Cardiología (REC).

Sólo en el 2016 un total de 12.153 personas murieron en España a causa de enfermedades hipertensivas, de las cuales 8.245 eran mujeres y 3.908 hombres, según el último informe del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Sin embargo, el estudio Diabet.es indica que los hombres sufren más hipertensión que las mujeres con un 49,9%, mientras que las mujeres corresponden al 37,1%.

La doctora Petra Sanz, miembro del Consejo de Expertos de la Fundación Española del Corazón (FEC) explica que “las mujeres suelen tener la tensión arterial más baja que los hombres durante edades más tempranas, pero después de la menopausia suelen tener tensiones más elevadas que ellos y con peor control, por lo que aumenta la mortalidad de las enfermedades cardiovasculares relacionadas con la hipertensión en éstas”.

La FEC expone que la hipertensión es un factor de riesgo determinante en el desarrollo de enfermedades, sobre todo en las cardiovasculares, por lo que se deben mantener controlados los niveles de tensión arterial.

Sanz señala que la hipertensión no genera ningún síntoma en la mayoría de las personas que la padecen, “la única forma de hacer un diagnóstico de hipertensión arterial es tomando la tensión arterial”.

Por su parte, la FEC ha realizado un estudio reciente que concluye que los niños que estuvieron expuestos a niveles altos de contaminación durante el tercer trimestre del embarazo de sus madres, tienen un riesgo mayor de tener presión arterial elevada durante la infancia, con un 61% más de probabilidades.

Para este estudio se examinaron un total de 1.293 madres e hijos, los cuales fueron sometidos a mediciones de presión arterial desde los 3 hasta los 9 años. También se consideraron otros factores como el peso bajo al nacer y el tabaquismo en las madres.

Esther R.

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