¿Qué ejercicios pueden realizar las personas con artritis?

Los pacientes con artritis reumatoide, si bien no pueden hacer uso en su totalidad sobre su musculatura y flexión, pueden acudir a la realización de ciertos ejercicios sencillo que, realizados de la manera correcta y en su justa medida, es decir, evitando la exageración o la sobre estimulación de estos, pueden ser de gran utilidad para la disminución del dolor y de los síntomas dañinos de esta enfermedad. Algunos de esos ejercicios recomendados son:

Ejercicios de flexibilidad. Estos ejercicios son ideales para la mejoría de la movilidad de las articulaciones y tener mayor flexibilidad en las mismas, así como también ayuda en la postura y reduce el riesgo de tener lesiones. Mejorando así el nivel de actividad en las personas con artritis. Estas se pueden realizar varias veces al día, incluso en la noche, ayudando así a poder despertar con un menor grado de rigidez articular.

Ejercicios de estiramiento. Esto es recomendable realizar antes de realizar cualquier actividad física y también al terminarla, sin embrago, los estiramientos pueden ser de gran provecho para las personas con artritis, se realiza al menos tres veces por semanas en sesiones un poco más largas. Ya que estos ayudan a fortalecer los músculos afectados, dando así consistencia a las articulaciones y reduciendo el impacto del esfuerzo en ellas, lo que se traduce en menos dolor.

Ejercicios aeróbicos, tales como montar en bicicleta, caminar a buen ritmo, natación, entre otros puede ayudar a generar un bienestar completo para el cuerpo. Ya que se involucran todos los grandes grupos musculares mediante rutinas rítmicas, ayudando así a acondicionar el cuerpo con el mínimo impacto posible. Ayudando al sistema cardiorrespiratorio, los músculos y al estado anímico.

Ejercicios de conciencia corporal. En esto se incluyen actividades como el yoga, el Pilates o el taichí, las cuales son actividades ideales para adoptar posturas más adecuadas. Son también conocidos como ejercicios de conciencia corporal, que ayudan, en este caso al paciente con artritis reumatoide a que aprenda a adoptar una postura adecuada, a mejorar su equilibrio y a relajarse, lo que conlleva a tomar consciencia de las articulaciones y de cuáles son los movimientos, gestos y posiciones más apropiados para evitar forzarlas. De esta manera se pueden prevenir accidentes, caídas y lesiones. Además, en este tipo de ejercicios, las capacidades físicas del paciente, serán las que marquen el ritmo, la intensidad, y la frecuencia con la que deberá practicarlos.

Ejercicios de hombro. Este tipo de ejercicios también van determinados en su frecuencia e intensidad según el tratamiento que lleve la persona con artritis, de esta manera se evitaran lesiones futuras, pues la idea de realizar estos ejercicios es para mejorar la movilidad de las personas y no empeorarlas. Una de las maneras de realizarlas, es a través de la medida estandarizada, en la que se realizan 10 repeticiones de cada ejercicio dos veces al día. Es de gran importancia que el paciente realice estos ejercicio sin prisas, es mejor tardar más en hacerlo que realizarlo sin respetar los rangos de movimientos, intercalando distintos ejes de movimientos.