La importancia de vacunarse durante la niñez y la adolescencia

Las vacunas son una de las medidas de Salud Pública que tienen un gran impacto en la salud de los ciudadanos, ya que son aquellas que nos ayudaran a protegernos de virus, infecciones y enfermedades.

Desde la antigüedad, el hombre se ha encargado de buscar la solución para fortalecer el sistema inmune y evitar las enfermedades, y una forma de proteger el organismo son las vacunas.

Las vacunas son medicamentos biológicos que aplicados a personas sanas provocan la generación de defensas, como lo son los “anticuerpos” que actúan protegiendo el sistema ante futuros contactos con los agentes infecciones contra las personas que se vacunan, evitando de esa manera la infección o la enfermedad.

Son sin duda, una de las medidas sanitarias más beneficiosas que ha desarrollado la humanidad, donde se han evitado epidemias, muertes y secuelas. Gracias a las vacunas se ha conseguido erradicar la viruela, el sarampión, difteria, tos ferina, el tétanos, la hepatitis B, meningitis, entre otras.

Las vacunas pueden administrarse vía oral o por inyección, y en muchos casos se usan combinadas para reducir las dosis. Las mismas suelen aplicarse durante la niñez y la adolescencia, bajo los esquemas de los calendarios de vacunación mundial.

Aunque durante la niñez se recibe la mayoría de las vacunas, pero el adulto también debe protegerse para reforzar su potencia inmunológica. Los adultos también necesitan protegerse mediante la vacunación frente a gérmenes como los del tétanos, la difteria, el neumococo, la gripe, la rubéola, que son causa de enfermedades también en los adultos, en muchos casos más graves que en los niños.

Las vacunas son medicamentos seguros y eficaces, gracias a ellas se han logrado salvar vidas y evitar epidemias. Los riesgos de las vacunas siempre serán inferiores a sus beneficios, pueden causar fiebre ligera, malestar, dolores musculares, pérdida de apetito o enrojecimiento leve de la zona de aplicación. En pocos casos, se presentan reacciones alérgicas a algunos de los componentes de las vacunas.

Esther R.

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