España: el desperdicio de alimentos es de 131 litros por persona diario
Un grupo de investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) conjuntamente con el Observatorio del Agua de la Fundación Botín, han desarrollado un estudio referente a los hábitos de consumo de alimentos y de los patrones de deserdicio en los hogares españoles, a fin de evaluar los impactos en los recursos hídricos domésticos y las posibles maneras para evitar desperdiciar el agua.
De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, se requerirá producir entre un 50 a un 60 por ciento más alimentos.
Sin embargo, los esfuerzos también se han centrado en mejorar los hábitos y patrones de consumo, ya que se ha demostrado que una mejor gestión de la demanda tiene implicaciones positivas para la salud y para el medio ambiente.
Por ello, los investigadores de la UPM se han centrado en estimar la huella hídrica, la cantidad de agua necesaria para producir un bien, o un conjunto de productos alimentarios, como en este caso; de la dieta y el desperdicio alimentario en hogares durante un año.
Los resultados mostraron que, para el período analizado (octubre 2014-septiembre 2015), la huella hídrica del consumo por hogar en España es de 52.933 hm3 (hectómetros cúbicos), lo que equivale a 3.302 litros por persona y día. Esto equivaldría a la misma cantidad de agua que se utilizaría en unas 33 duchas de cinco minutos por persona y día. Los productos que representan el mayor porcentaje de huella hídrica total son la carne y las grasas animales (26%) y el conjunto de productos lácteos (21%). Por otro lado, aproximadamente el 41% de la huella hídrica proviene de otros países, es decir, es “agua virtual importada”, de Túnez, Portugal y Francia.
La huella hídrica asociada al desperdicio de alimentos se ha estimado en 2.095 hm3 para toda España, equivalente a 131 litros (o a una bañera llena de grandes dimensiones) por persona y día. “Aunque una parte de la población todavía sigue una dieta mediterránea, los actuales patrones de consumo españoles están cambiando hacia una alimentación con mayor consumo de carne y productos azucarados…”, comenta Alejandro Blas, uno de los investigadores participantes en el estudio.
Esther R.
