El desarrollo floral, de los frutos a las flores
La ciencia también tiene sus ojos puestos en la floración de las plantas, este proceso que siempre ha servido como la base para la sobrevivencia de la humanidad, se ha visto configurado y modificado para dar paso a mejores sistemas de plantación y de recolección de frutos, y en ocasiones se han obligado a las plantas a adaptarse a climas y geografías completamente diferentes. Sin embargo, la búsqueda de producir cambios en los ciclos de vida de las plantas ha tomado la delantera ya sea para obligar su floración o con el objetivo de detenerla.
El ser humano entonces ha experimentado con los efectos que se pueden producir en los tejidos meristemáticos, dando lugar a que una simple y determinada señal pueda llevar a un meristemo vegetativo a convertirse en un meristemo reproductivo, en otras palabras se induce a la aparición de un órgano de reproducción sexual, la flor. Para ello se han realizado estudios genéticos y estudios moleculares en plantas específicas como la Arabidopsis thaliana y la Antirhrinum majus, ambas proporcionando grandes avances en lo que a la compresión de la transición, del desarrollo floral y de la genética de los órganos florales se refiere; sépalos, pétalos, estambres y carpelos.
Para que el proceso del desarrollo floral llegue a darse deben presentarse 3 condiciones elementales. La primera de ellas supone que la planta debe haber alcanzado la madurez sexual; en otras palabras, debe estar en camino a la floración. Segundo, debe estar presente la transformación del meristemo vegetativo, el tejido responsable del crecimiento, a un meristemo floral. Y para explicar el último proceso, se explica con el modelo ABC, el cual describe los mecanismos genéticos de la identidad de la planta.
Este modelo define 3 clasificaciones de genes que poseen diversas funciones. El tipo A, tiene que ver con la identidad de sépalos y de pétalos; el tipo B, la mutación en este genera cambios homeóticos de los pétalos y también de los estambres y el tipo C, tiene un papel importante en la identidad del estambre, del carpelo y del meristemo floral.
GM
